En el Día Mundial de la libertad de prensa, el Gobierno avanza con el cierre de las corresponsalías de Télam

Dos meses después de que el Gobierno Nacional pusiera fin al servicio informativo y pasara a disponibilidad a la totalidad de la planta de trabajadores de Télam, el ejecutivo solicitó el cierre de todas las corresponsalías que la agencia de noticias tiene en varios puntos del país, entre ellas, la corresponsalía de La Plata.

Juliana Ricaldoni, periodista corresponsal de Télam en La Plata desde hace 14 años, habló al respecto con Radio Universidad: «Nosotros estamos dispensados desde el 4 de marzo pasado, cuando el Presidente Javier Milei dijo, en la apertura de las sesiones legislativas, que nos iba a cerrar por ser una ‘agencia de propaganda kirchnerista’. Desde ese momento nos convirtieron en una especie de ñoquis, nos pagan el sueldo, pero no nos permiten ir a trabajar».

En relación con el proceso, Ricaldoni señaló: «Primero, cerraron la cablera, luego la página web de Télam, no nos dejan acceder al archivo histórico de Télam y mantienen valladas las dos sedes principales de la agencia con presencia policial en la puerta para que no podamos ingresar. Nos pagan el sueldo, pero nos impiden ir a trabajar. Lo cual es un disparate, porque si esto se hace con el supuesto fin de ahorrar recursos, la verdad están dilapidándolos al gastar salarios en personas que no están trabajando».

La periodista de La Plata reflexionó sobre el nuevo avance por parte del gobierno: «Quieren cerrar las corresponsalías, lo que implica quitarle el carácter federal que tiene Télam. Esto impide llevar a todos los rincones de la Argentina lo que pasa en cada punto de la región. Porque es muy difícil contar lo que pasa en cada provincia desde la Capital Federal, sin conocer la realidad finita de lo que sucede en ese lugar».

Ricaldoni además detalló: «Esta semana nos convocaron en entrevistas telefónicas, para ofrecer los retiros voluntarios y nos informaron del inminente cierre de las corresponsalías. Nosotros ya habíamos sacado nuestras pertenencias y es doloroso porque es la materialización del cierre de nuestro espacio físico de trabajo, un lugar al que le pusimos un montón de amor y de compromiso, por eso es duro. Aproximadamente 150 compañeros aceptaron los retiros voluntarios, hay muchas presiones y mucho miedo de quedarse sin nada, porque está muy difícil la situación y ellos operan con el terror psicológico».

«Télam ayudaba a los medios chicos y a los medios grandes también a poder contar con información a la que no podían acceder sin un corresponsal en el lugar. Estos colegas, al ser consultados, coinciden en que hay un vacío informativo y destacaban que falta la información chequeada y veraz que proveía Télam», concluyó Juliana Ricaldoni, periodista corresponsal de Télam en La Plata.

La entrevista: