#LiberenLasPatentes / Día mundial de la propiedad intelectual / Entrevista a Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de la Fundación GEP

Hoy, 26 de abril, es el día mundial de la propiedad intelectual. Esta conmemoración se da en el contexto de la pandemia del coronavirus, el mega negocio de las farmacéuticas y la necesidad de la vacuna contra el coronavirus. En las redes continúa el pedido: #LiberenLasPatentes.

La Fundación GEP -Fundación Grupo Efecto Positivo- fundada en 2006 es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro con sede en Argentina que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con VIH/SIDA, decidió denominar a esta fecha como el «Día mundial del (fin) de la propiedad intelectual (en los medicamentos)». Radio Universidad de La Plata dialogó con su Directora Ejecutiva, Lorena Di Giano. «El sistema de patentes se globaliza en la década del ’90, a través de la Organización Mundial del Comercio. Nos tiene atrapados, a todos los países miembros, en estos de reconocer las denominadas ‘patentes farmaceúticas», que tiene que ver con las vacunas, con los medicamentos. Las organizaciones venimos marcando que sí se atrajeron fondos privados para el desarrollo de la tecnología, pero no al servicio de la salud, como se planteó en los ’90, si no de la ganancia de las empresas cotizan en bolsa y que cuánto más caro puedan vender los medicamentos, más ganancias para los accionistas, y han atraído fondos especulativos, como el de Paul Singer», expresó.

Asimismo, Di Giano remarcó que ese se impuso «como el sistema de innovación tecnológica predominante. No es el único modelo, basado en el lucro. Tenemos el caso de Cuba, un país pequeños y bloqueado, que prioriza la salud y la educación de sus ciudadanos, invierte en tecnología y tiene dos vacunas avanzadas, en ensayo clínico», y agregó que la campaña #LiberenLasPatentes lo que está planteando es la recuperación de la soberanía de la OMC, que se suspendan los derechos de propiedad intelectual sobre todas las tecnologías vinculadas al Covid, para que haya transferencia de tecnología y podamos usar toda la capacidad de producción a nivel global, que ya está instalada, como en Argentina y Brasil, adecuar e instalar nueva capacidad de fabricación de vacuna en los países que no la tienen. Lo que hay que revertir es que los Estados no tienen un rol activa en el desarrollo de la tecnología y la compra al sector privado, a precios altísimos».

La entrevista: