Reversiones de cuentos clásicos / Entrevista a Shumi Gauto, actriz, dramaturga, locutora e integrante del equipo de “Cuentos Feroces”

Radio Universidad de La Plata charló con Shumi Gauto, actriz, dramaturga, locutora e integrante del equipo de “Cuentos Feroces”, un proyecto literario virtual para chiques, en el que se reversionan clásicos infantiles, desde una perspectiva de género: No más princesas sumisas, ni lobos acosadores, ni príncipes superpoderosos. Cuentan con voces de actores y actrices reconocides, como Brenda Gandini, Dalma Maradona, Boy Olmi o Luciano Cáceres.

«Son audiocuentos, un formato meramente auditivo, gratuito en el que se relatan reescrituras de los cuentos clásicos que todos conocemos, como por ejemplo, Hansel y Gretel, Cenicienta, por supuesto con otros nombres. Somos 3 personas los que hacemos Cuentos Feroces, y tuvimos que animarnos a a reescribirlos, para ver qué aparecía. Probamos con uno y lo publicamos en youtube, para que todos tuvieran acceso y la repercusión fue muy impresionante. Los 3 somos papás y nos pasaba que algunas historia clásica  ameritaba una aclaración, de apertura o charla, porque los relatos viejos quedaron obsoletos. Decimos basta de un único modelo de amor, de esa pasión por la nobleza que no existe hoy, o los únicos modelos familias, de los cuentos de princesas: lo conocí, me enamoré y me casé», afirmó Gauto.

La actriz agregó además que «no es una militancia en contra de los clásicos, que tomó Disney  y los reversionó a su vez. En nuestro cuento Cenigenia la protagonista es una chica que se anima a cantar. En vez de querer ir a baile, quiere mostrar sus canciones y está enamorada de su mejor amiga. Me gustaría que todos los chicos puedan vivir la etapa de los primeros amores con mucha alegría, y no esa necesidad de salir de un closet», y contó asimismo que otro de los cuentos, «El Beto y la Bestia tiene un protagonista muy líder, muy canchero, que hace freestyle, que ayuda a sus amigos a la conquista a edad. En realidad es una historia entre él y su silla de ruedas, porque le impide acercarse a la chica que le gusta, porque ella tiene un perro que se pone muy nervioso con la silla. Entonces empieza a odiarla. La integración está muy etiquetada y se termina estigmatizando el doble».

La entrevista: