ENTREVISTA / Ro Ferrer: «La maternidad nos enseñaron como el fin único, obligatorio, divino, donde te completás»
16 octubre, 2020
Ro Ferrer, autora e ilustradora del libro, “Mala madre en cuarentena”, editado por Editorial Chirimbote aborda como las tareas de cuidado son relegadas a mujeres y femineidades, el impacto de ese reparto desigual en sus trayectorias y las estrategias feministas para tirar por la borda los modelos impuestos. En diálogo con Radio Universidad, explicó: “Surgió como una manera de hacer catarsis en esta nueva normalidad en la que estamos las 24 horas del día conviviendo, que nos chocamos en los pasillos y cada persona de la familia lleva adelante este encierro preventivo y todas las tareas que hay que seguir haciendo. En mi caso hijes, con sus clases virtuales que las hacen desde casa y yo trabajando desde casa, sumado las otras tareas que se hacen a diario como cocinar, limpiar, etc.”
En referencia a su obra, Ferrer comentó: «Mala Madre, desde el humor, empieza a contar todas esas anécdotas que empiezan a pasar desde el `tour María escondo´ que voy escondiendo los chocolates en algunos lugares y tener de respaldo para cuando te vienen las ganas de comer y no querer compartir, o también eso de estar agotada y encerrarte en el baño para ver una serie, porque es el lugar que no te interrumpen tanto».
También agregó: “Hay un chiste donde está mi hija sentada en bidet hablándome y yo en el inodoro, y todo el dibujo de bla bla. Todo eso muestro la falta de espacio de disfrute propio y quizás el resto del tiempo cuando no estábamos en cuarentena, con el salir a trabajar, la escuela o quien se queda en casa, se encuentra un espacio de respiro”
En esa línea sostuvo: “La maternidad nos enseñaron como el fin único, obligatorio, divino, donde te completás y se justifica la existencia en este planeta. Cuando llegas a ese momento te das cuenta que hay muchas contradicciones y comienza a jugar esto de qué lugar te ponés, si te das un gusto, o si estás disfrutando, comenzás a sentir culpa, porque pensás en el resto de la familia y comenzamos a hacernos cargo de lo emocional del resto y nos cuesta ponernos en primer lugar. Dejamos de percibirnos como personas y ser madre es una parte, no es todo y sí nos enseñan que tiene que ser todo. Esa contradicción nos empieza a doler, porque necesitamos decir basta”.
La Entrevista: