Ley de muerte digna y eutanasia / Entrevista a Ignacio Maglio, abogado, diplomado en salud pública

Ignacio Maglio es abogado y diplomado en salud pública. Trabaja en el Hospital Fco. J Muñiz, en la Fundación Huésped y es miembro del consejo directivo de la RedBioética de UNESCO. Radio Universidad dialogó con él acerca de la ley de muerte digna en Argentina, que rige en el país, y acerca de la eutanasia.

«La ley de Derechos de los Pacientes, que ya tiene unos cuantos años de vigencia en Argentina, y el propio Código Civil, desde 2015, en su nueva versión, establecen lo que comúnmente se denomina ‘muerte digna’, que es la posibilidad de cualquiera de rechazar, un procedimiento médico, inclusive la hidratación o la alimentación artificial, que uno pueda considerar desproporcionado y cuya única finalidad sea la prolongación, digamos, de la agonía, en una forma penosa, gravosa», explicó Maglio.

Asimismo, el abogado puntualizó que «eutanasia o asistencia al suicidio es ya distinto, porque allí se provoca la muerte de un paciente, por su requerimiento, a través de la administración de un coctel en dosis letal. La diferencia entre eutanasia y asistencia al suicida es el operador, porque la eutanasia la provoca un médico o una médica y en el suicidio asistido es el propio paciente quien se auto-administra ese coctel» y consideró, como parte de un sector en nuestro país, que «la eutanasia podría ser requerida en nuestro país, porque en realidad estaría bajo el cobijo del artículo 19 de la Constitución, que dice que las acciones privadas de los hombres, que no afecten a los terceros están exentas del juicio de los magistrados y solamente quedan al arbitro de Dios, para el que crea. Muchas veces médicos y médicos, a quiénes yo no juzgo, los comprendo, para no exponerse a un reproche penal, invierten la relación de servicio: en lugar de estar al servicio de su pacientes, están al servicio de sus matrículas. Hay un proyecto de ley, que espero que tenga discusión cuanto antes, para evitar la clandestinidad. Yo prefiero hablar de Interrupción Voluntaria de la Vida, y no de Eutanasia, por la carga simbólica que tienen las palabras».

La entrevista: