INVESTIGADORES DESCUBREN RESTOS DEL FARAÓN TUTMOSIS II
4 junio, 2025
La tumba de Tutmosis II, el último rey pendiente de descubrir de la XVIII Dinastía, fue encontrada en los Valles Occidentales de la ciudad Tebana, en un hallazgo que revoluciona la arqueología egipcia.
Es la primera vez en más de un siglo, desde el desenterramiento de la tumba de Tutankamón, que los arqueólogos encuentran la última morada de un faraón egipcio.
El descubrimiento tomó por sorpresa a los expertos, quienes en un principio creyeron que la tumba pertenecía a una esposa real. La imponente escalinata, decorada con ilustraciones detalladas, sugerían un rasgos dignos de la realeza. Poco después, los arqueólogos confirmaron que habían encontrado la tumba perdida de Tutmosis II.
Este faraón, antecesor de Tutankamón —cuya tumba se halló en 1922—, falleció hace 3.500 años, y hasta entonces se creía que su sepultura se encontraba en el otro extremo de la montaña, cerca del Valle de los Reyes.
En un principio, los expertos pensaron que se trataba de la tumba de una esposa real, pero el diseño y las decoraciones revelaron que era el lugar de descanso de un monarca.
Su reinado, que se sitúa entre 1493 y 1479 a.C., quedó opacado por la figura de su padre, Tutmosis I; su esposa, Hatshepsut, una de las pocas mujeres que gobernaron Egipto con pleno derecho; y su hijo, Tutmosis III.
El equipo fue dirigido por Piers Litherland y la codirección estuvo a cargo de Judith Bunbury, miembro del Wolfson College. De la misión tomaron parte expertos egipcios e internacionales, así como trabajadores locales. El hallazgo es el fruto de 12 años de excavaciones en los Valles Occidentales.
El director de la misión, Piers Litherland, declaró: “Gracias a este descubrimiento, resolvimos un gran misterio del antiguo Egipto: la ubicación de las tumbas de los primeros reyes de la XVIII dinastía. La tumba de este ancestro de Tutankamón nunca había sido encontrada porque siempre se creyó que estaba en el otro extremo de la montaña, cerca del Valle de los Reyes. Al principio, pensamos que podríamos haber hallado la tumba de una esposa real, pero la presencia de una amplia escalera y una gran puerta sugerían algo mucho más importante. El momento más emocionante llegó cuando descubrimos que la cámara funeraria estaba decorada con escenas del Amduat, un texto religioso reservado exclusivamente para los faraones. Ese fue el primer indicio de que, en realidad, se trataba de la tumba de un rey”.
Los artefactos hallados en la tumba, incluidos fragmentos de jarras de alabastro con inscripciones que llevan los nombres de Tutmosis II y su esposa principal, Hatshepsut, proporcionaron pruebas concluyentes sobre la identidad del enterramiento. Estos objetos representan los únicos artefactos conocidos hasta la fecha directamente vinculados al entierro de Tutmosis II.
El hallazgo de un depósito de cimientos intacto por parte de la misión arqueológica sugiere que esta segunda tumba aún permanece oculta en el mismo valle. Este descubrimiento pone en duda la identidad del cuerpo CG61066, encontrado en el Royal Cache en 1881 y previamente atribuido a Tutmosis II.
Si bien las pruebas realizadas al cuerpo han determinado que pertenece a un hombre de más de 30 años, las fuentes históricas describen a Tutmosis II como “el halcón en el nido” cuando ascendió al trono, lo que indica que era muy joven. Además, su reinado fue breve, solo el tiempo suficiente para engendrar a Tutmosis III.
El Ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, Sherif Fathy, declaró al respecto: “Se trata de la primera tumba real descubierta desde el histórico hallazgo de la cámara funeraria del rey Tutankamón en 1922”.