Argentina y las tensiones del Mercosul: ¿pesará lo político o lo económico?

7 enero, 2016

Por Ernesto Mattos (*)

De atrás para adelante el hito más importante del gobierno Bolivariano de Venezuela fue generar las bases para conformación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) junto a otros países de la región como Argentina, Brasil, Bolivia y Ecuador donde EUA y Canadá no tienen participación. A esto se le suma las aéreas comerciales como el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) conformada en 2004 por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, San Cristobal y Nieves, Santa Lucia, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Venezuela, Haíti (observadores), Irán (observadores), Siria (observadores) y Honduras. Este espacio comercial en 2010, conformó un espacio denominado SUCRE (Sistema Único de Compensación Regional) que utiliza una moneda para transacciones entre bancos centrales y disminuir la influencia del dólar en el comercio. De este espacio se desprenden también la conformación de la UNASUR. Pero uno de los puntos de la colaboración de Venezuela en la región tuvo que ver con su accionar ante la catástrofe en Haíti en 2010 que junto al espacio ALBA dieron asistencia médica, alimenticia, sanitaria y en construcción de viviendas; el segundo punto de este proyecto continental que venía trazando junto a sus hermanos del Caribe fue PetroCaribe otorgando condiciones ventajosas para los países receptores del crudo venezolano: 15 años de plazo de amortización, dos años de gracia y una tasa de interés del 2% anual para la porción de la factura financiada. De manera formal, PetroCaribe se asocia a la iniciativa ALBA, aunque, en la práctica, la mayoría de los Estados caribeños beneficiados por la primera no pertenecen ni se identifican con la segunda. De hecho, del total de PETROCARIBE, sólo Cuba pertenece al ALBA. Este despliegue institucional, que tuvo además el corolario de ingresar al Mercosur en 2012 posicionaba a Venezuela como una Nación influyente en la región no sólo por ser una de las economías con recursos gasíferos y petrolíferos suficientes para conformar una mercado interno-regional autónomo; dicho avance regional puso en tensiones las relaciones con EUA, llevando a este a formular declaraciones de posible intervención o acusaciones de terrorismo o falta de libertad política. Las recientes declaraciones del electo presidente Mauricio Macri van en sintonía con la Casa Blanca al acusar, en la reciente reunión del Mercosul, al gobierno de Venezuela de mantener presos políticos.

En este punto la relación entre Venezuela y Argentina, en términos comerciales, ¿Es importante o no para la Argentina? Si, por que más allá de los discursos existe un intercambio económico que se fue construyendo en esta última década, entre 1993 y 2003 las exportaciones argentinas hacia la economía venezolana no llegaron a superar los 500 millones de dólares, anuales. La situación se modifico a partir de 2003 y las exportaciones se duplican y crecen sostenidamente: de 200 a 1.200 millones de dólares, de 2003 a 2008, respectivamente; de 2008 a 2014 se paso de 1.200 a 1.800 millones de dólares, con picos de 2.100 millones de dólares en 2012. Hoy la economía venezolana significa el quinto mercado en relevancia. Por otro lado, las importaciones entre 1993 y 2014, año a año, nunca represento más de 100 millones de dólares, lo que significa una posición superavitaria constante. Actualmente, está en el puesto 75° de economías de las cuales compra productos la Argentina para sus requerimientos de producción. A pesar del peso escaso que tiene en las importaciones totales de la argentina, entre los principales productos que importamos son: combustibles, productos destilados, fertilizantes y hierro y acero. En cambio, los productos de exportación son los siguientes: Animales, grasas y aceites vegetales, productos lácteos, huevos, miel, carnes y diversos cortes, y cereales. Estos productos representan a un sector, concentrado en el comercio exterior, que recientemente se vio beneficiado por la derogación en los derechos de exportaciones.

El punto es ¿Pesaran más los problemas políticos dictados desde otro centro y que llevaron a las declaraciones de Macri en el Mercosul ó los términos económicos que hoy existen con Venezuela, como uno de los principales mercados de exportación, pesarán más? Surgen muchas preguntas de esta última reunión del Mercosur. Todo hace parecer que la política exterior será cerrar mercados, según nos condicionen políticamente, y reorientar la economía no en función del mercado interno y regional sino, básicamente, en el ideario de que lo primero es el mercado externo con acuerdos bilaterales y de libre comercio para avanzar en el desarrollo, entonces ¿Será nuestra política exterior para desarrollar la Argentina la de ir distanciándose de economías por cuestiones políticas? Si es así ¿Desde qué óptica se toman estas decisiones? ¿Qué sectores económicos o economías se beneficiaran de esta política?

(*) Economista UBA. Docente e Investigador FCEUBA-CCC-CESO


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