Caso Nisman: continúa la investigación

La investigación por la muerte de fiscal Alberto Nisman se concentró hoy en el sitio donde fue hallado sin vida, al aparecer datos de que la puerta de servicio del departamento no estaba trabada como se supuso en un primer momento y de que existe otra vía de ingreso al mismo donde la policía científica levantó huellas dactilares y de calzado para periciar.

Luego de que en el lunes pasado, a 24 horas del deceso, la Fiscalía comunicara en base a pericias técnicas que la muerte de Nisman había ocurrido «sin la presencia de terceras personas en el lugar», la principal hipótesis, el suicidio, no fue confirmada aún debido a las declaraciones del cerrajero que franqueó la puerta y del intendente del complejo donde residía el letrado.

«La puerta estaba abierta. Con un alambrecito levanté la llave puesta en la cerradura (de adentro), la empuje, le pedí la llave a la madre y abrí la puerta», explicó el cerrajero, de nombre Walter, quien habitualmente realiza trabajos en el edificio en declaración a la fiscal Viviana Fein. También reveló que su presencia fue solicitada a las 22 por la madre de Nisman y que llegó al sitio media hora más tarde en taxi. Tampoco dijo haber visto al secretario de Seguridad, Sergio Berni, uno de los primeros funcionarios en llegar pasada la medianoche, minutos antes de que también arribarán el juez Manuel de Campos y la fiscal Fein, según relató.

Fein también tomó hoy declaración al médico de urgencias de la prepaga Swiss medical que llegó a poco de ser hallado el cuerpo, pero se negó a revisarlo cuando vio que estaba en un charco de sangre, por lo que sugirió dar intervención a la policía.
Por la declaración del intendente de las tres torres que integran el complejo, se supo de la existencia de una tercera puerta de acceso al departamento a través de un estrecho pasadizo donde están ubicados los equipos de aire acondicionado.

La puerta está habitualmente cerrada y conecta los comedores diarios del departamento de Nisman con otro vecino en el mismo piso donde, según las primeras informaciones, habita un extranjero que alquila y al parecer no se hallaba. El peritaje se sumará a la ya ordenada de repetir la prueba del barrido electrónico del arma que disparó el proyectil que mató a Nisman, y que dio negativo en sus manos, donde no se encontraron restos de pólvora. El hecho fue adjudicado a que se trata de una pistola Bersa calibre .22 con una deflagración muy pequeña.