Historias de trabajo 17

17 agosto, 2019

Nicolás Trivi es Licenciado y Doctor en Geografía en la Universidad Nacional de La Plata. También, ayudante Diplomado en la materia Geografía de Europa y Rusia. Y becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), referenciándose al Centro de Investigaciones Geográficas (CIG) del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS). Integra el Centro de Estudios para el Cambio Social. Está en pareja. Tiene una hermana. Le gustan los deportes y la música. Milita desde siempre. Ahora, en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado).

¿Cómo se compone tu núcleo familiar directo?

Yo ahora estoy viviendo con mi novia. Tengo a mis viejos y a una hermana.

¿Si considerás a otras personas con las cuales te vinculás cotidianamente?

Miembros de la familia no tanto. Porque mis viejos no son de acá, de La Plata. Entonces acá somos pocos. Podría ser ahora, en un vínculo cotidiano, el hermano de mi novia y el novio de mi hermana. Los veo relativamente seguido. Nos juntamos a comer. Con ellos tengo un vínculo cotidiano. Después, tengo mis compañeros de laburo, de la oficina, de la Facultad. Somos un grupo que nos vemos seguido, tenemos una dinámica bastante piola. Aunque trabajamos en cosas distintas, compartimos el espacio. Y compartimos bastante. Y después, tengo distintos grupos de amigos que cada vez los veo menos pero cada tanto me junto con ellos. Amigos de la escuela, de la primaria, de la facultad, de la vida.

¿Sos de acá de La Plata?

Sí.

¿De qué club sos hincha?

Soy de River.

¿Por?

Porque mis viejos no son de acá. Entonces ninguno me iba a tirar por ninguno de los clubes de acá. Mi viejo es de Racing. Y siempre me dice que no me quería hacer de Racing para que no sufriera. Yo nací en los 80, cuando Racing se fue a la B, llevaba varios años sin salir campeón y le faltaba un montón para volver a salir campeón. Y no me quería hacer sufrir. Y como mi mamá y su familia son todos de River, me hice de River.

¿Y simpatizás por alguno de los clubes de La Plata?

No. Más o menos. Me tira un poco más Gimnasia. Pero por reacción al hincha de Estudiantes, que es bastante pesado. Pero he ido a la cancha a ver a los dos. He sido socio de Estudiantes un tiempo, porque iba a la pileta. Y con el tiempo les tomé respeto a los dos. Los dos son orgullo para la ciudad. Los dos a su manera.

¿Practicás alguna disciplina artística? ¿Qué te gusta?

No practico. Nunca me dediqué porque en su momento me requirió mucho tiempo la militancia. Y como que proyecté muchas cosas en eso. Y porque además había que laburar y no me quedó tiempo.

¿De chico tampoco?

Sí consumir. Pero nunca me dediqué con algo de seriedad. En la primaria teníamos plástica a la tarde y ahí nos despertaron el bichito por el teatro, por la música, por la pintura. A mí son cosas que me gusta consumirlas. Me interesa. Escucho mucha música. Me gusta ver pintura cada tanto. Ir a los museos. Me interesa tener la mínima idea de corrientes. Teatro y cine debiera ir más seguido, pero cuando voy me gusta.

¿Música?

Me gusta el rock. De pendejo escuchaba rock y es lo que más me gusta. Pero con el tiempo uno va incorporando otras cosas. Y también me gusta escuchar folclore. Me gusta Madonna. Algunas cosas más movidas, me gustan. Y trato de escuchar cosas nuevas. Por ahí no lo más hegemónico. Lo que sí, he dejado atrás la práctica de los recitales. Me pudren un poco. Ya no tengo ganas de ir a ver al Indio (Solari) y morirme de frío y caminar 15 kilómetros de ida y 15 kilómetros de vuelta. Es parte del pasado los recitales. En una época iba bastante seguido. Soy de la época de Los Piojos, La Renga. Me gustaban Los Redondos.  Ahora me parece que el rock nacional está en crisis total y es un embole. Hay muchas bandas buenas pero las que intentan ser el rock nacional, entre comillas, me parecen un embole. Yo no sé si le pasará a todo el mundo, pero a mí Cromañón de alguna manera me pegó muy fuerte. Tenía 17 años, 18 estaba cumpliendo. Y era la época en que iba a recitales. Y fue darme cuenta que estaba en peligro constante. Y que después de eso, el rock argentino entró en una meseta bastante mala. No pasó mucho más. Lo cual no quiere decir que no haya bandas buenas. Pero no hay un hit que lo escuche todo un país el verano entero. Eso ya no pasa. Ninguna banda de rock hace eso. Pero no sé si es malo o bueno.

Contame los hechos más importantes de tu historia académico-laboral, cronológicamente.

Hechos importantes. Algo que fue importante y que no dependía de mí, fue entrar en el sorteo en el Nacional. Que mis viejos me anotaron por una cuestión de presión social. Las madres y padres de mis compañeros decían que había que anotarlos en el Nacional. Y varios de ellos no entraron y yo sí.  Y la verdad es que visto en perspectiva, fue una buena experiencia. Con todas las críticas que se le pueda hacer, no deja de ser una buena escuela. Por lo menos para insertarse en la Universidad, que era un poco el mandato familiar. Mis viejos, los dos son universitarios. Y uno, aunque no quiera, no se puede no cumplir con ciertos mandatos familiares. A mí, visto en perspectiva, haber entrado a la escuela esa me sirvió porque, después, cuando me tocó ir a la Universidad, no me costó. Entré como por un tubo. La transición. Que a mucha gente sí le cuesta. Después, lo que te decía, haber ido a Brasil. Y después, estudié Geografía. Me recibí no rápido, pero tampoco me estanqué. Terminé la carrera en seis años y pico. Hice la tesis de grado. Me dediqué a un tema que es la cuestión de los aborígenes urbanos y convertí en un libro. Y publiqué unos años después de manera independiente. Y después agarré el momento que se podía entrar al CONICET con cierta facilidad o había mucha perspectiva. Y me salió una beca para hacer un doctorado, que lo terminé el año pasado. Y ahora logré otra beca de vuelta, por dos años más, lo que se llama beca posdoc. Y ahora estoy viendo si puedo ingresar a la carrera de CONICET y ya me estoy mentalizando para quedar afuera. Hay una chance remota de entrar. Además, cuando estaba empezando con la beca y me recibí, entré como ayudante en una materia de la Facultad de Geografía de Europa y Rusia. Fue y es una buena experiencia. No sólo por la cuestión laboral de tener un sueldo más en casa y tener obra social, sino porque me empecé a dedicar a temas que no me estaba dedicando. Yo me estaba dedicando para el doctorado y sigo trabajando, en cuestiones de geografía y turismo, en el impacto del turismo en San Luis, Merlo. Y me metí en geografía de Europa, que no tenía nada que ver. De Europa no me acordaba ni las capitales. Una materia que la había aprobado y chau. Y lo que pasa en la academia, es que te metés como en un embudo en un tema y cada vez más metido y más profundo y cada vez más acotado. Y lo que pasa en la otra esquina, en la otra cuadra académica, no tenés ni idea. Y esto me obligó a estar como yendo y viniendo entre una serie de temas, y en otros mundos que nada que ver. Y leer sobre cosas que no tenía ni idea, para dar clases sobre eso. Y eso está bueno porque te abre la cabeza, te oxigena con otros debates. Te mantiene un poco más despierto. Y ahora, de a poco, estoy tratando de unir ambas cosas y de escribir sobre turismo en Europa.

Contame tu historia de militancia, desde que arrancaste, en la secundaria.

Yo empecé mi historia de militancia en el último año de secundaria, año 2004. A participar en unas reuniones. Sí me acuerdo parte de mi historia de militancia, de cosas que con el tiempo de das cuenta que te pegaron muy fuerte. Obviamente del 2001, que tenía 14 años y lo vi por la tele. Y me acuerdo con mucha fuerza cuando los matan a Darío y Maxi (Kosteki y Santillán). Estábamos  en la escuela y nos enteramos a la mañana.  Que había pasado lo que pasó, que los habían matado. Se suspendieron las clases e hicimos una asamblea. Y me acuerdo esa cuestión del tener que hacer algo. Que era importante, que habían matado un piquetero, que habían matado a dos piqueteros, y había que hacer algo. No sabía bien qué. Son cosas que con el tiempo te van sedimentando en la cabeza. Después me acuerdo mucho del 20003, cuando vino Fidel (Castro). Y dio el discurso en la facultad. Lo vi por la tele. Después, yo empecé a sumarme a un grupo de pibes de la escuela, un grupo de secundaria. Teníamos esta relación con un grupo que se había ido del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), que se llamaba Praxis. En el 2004, 2005. Y yo después los incorporé a ese grupo. Y tuvimos un derrotero bastante largo. Pasó por el MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores), después estuvimos un tiempo en Proyecto Sur y después confluimos en lo que acá en La Plata era Surcos. Y armamos la corriente Surcos. Estuvimos un tiempo. Y después, con un grupo de compañeros, en el año 2013, nos fuimos a lo que era Marea Popular, que después se convirtió en Patria Grande. En la primera elección que se presenta Amoretti (Leandro), estuvimos participando nosotros. No éramos  Patria Grande, pero nos estábamos incorporando. Y ahora Patria Grande se dividió, se partió. Pero sigo en ese espacio. Y ahora, la tarea que yo tomé dentro de ese espacio de militancia, fue contribuir a un Cuerpo de Delegado de ATE-CONICET La Plata (Asociación de Trabajadores del Estado-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Yo ahora soy Delegado de ATE, pero también soy militante de Patria Grande. Y otra cosa que también formó parte de mi militancia, porque le dediqué mucho tiempo mientras estudiaba, sobre todo, es algo que lo menciono siempre porque fue desde donde pensé los temas que laburo e investigo, es una Federación de Estudiantes de Geografía a nivel nacional. Desde primer año empecé a participar de encuentros y debatíamos un montón, se sigue debatiendo, porque se siguen haciendo los encuentros, aunque no participó. Sobre qué modelos de universidad queríamos, qué tipo de ciencia construir, qué hacer o no hacer, cómo construir una ciencia al servicio del pueblo, entre comillas. Y eso, mal que mal, es lo que trato de hacer hoy. Si bien no fue una militancia orgánica, partidaria, fue una militancia formativa. Y ahora soy militante de ATE y estamos tratando de resistir. Y nos están cascoteando de todos lados. Pero bueno, es lo que hacemos.

¿En cuanto a la cobertura de derechos de las mujeres?

Con sus contradicciones, esta gran avanzada del feminismo ahora llegó un poco a destiempo. En el sentido, que en el campo popular estamos muy a la defensiva y esta es una lucha que está muy a la ofensiva. Lo cual está buenísimo. Pero si hubiera llegado un poco antes, con un gobierno más popular, o un poco más abierto, o no abiertamente reaccionario, se hubiera podido avanzar más. Yo creo que el feminismo logró imponer una agenda fuerte y está teniendo penetración enorme en un montón de sectores, pero en este momento eso, para concretarse y tener solidez, requiere que el Estado ponga lo que tiene que poner. Y hoy en día no lo está poniendo. No lo está poniendo para nada, pero tampoco para eso. Entonces vos ves en el discurso que en algunos sectores del oficialismo, o parte del Gobierno empieza a usar el lenguaje inclusivo o te hace alguna saraza con la línea de violencia, pero vas a los números y ves esas estadísticas donde el Gobierno está destinando diez pesos por mujer. Esa cifra que la ves y decís ‘no estás haciendo nada de lo que tenés que hacer’.  Yo creo que hay que avanzar todo lo que se pueda. Por lo menos en instalar una agenda lo más progresiva que se pueda. Pero yo creo que hay una vulneración de derechos en un montón de sentidos, en lo laboral, en la cuestión de salud reproductiva. Qué sé yo. Pero por lo menos se ha instalado una agenda y que ya no se puedan hacer los boludos. Y después tenés esa cosa, en cuanto al debate del aborto, donde el Gobierno lo tiró y al no impulsarlo realmente se terminó fortaleciendo a la derecha más rancia.

¿Cuáles son los contenidos de la materia que dictás?

La materia se llama Geografía de Europa y Rusia. Y es una materia de geografía regional clásica. En las que se trabajan cuestiones generales de esos dos lugares. Antes tenía otro nombre: Geografía de Europa y la ex Unión Soviética, antes Geografía de Europa y la Unión Soviética. Y antes, Geografía del Hemisferio Occidental. Pero es una denominación que viene de esa época. Así que está recontra anticuada y estamos discutiendo el plan de estudios para cambiar esa y otras materias. Lo que se ve ahí son cosas básicas de cuestiones físicas, de caracterización climática, topográfica y todo eso. Y después se ve la problemática de lo que es la Unión Europea, y cómo se fue conformando y qué tensiones y contradicciones internas tiene. Y la situación de Rusia, en sus contradicciones, producto de todo lo que fue la disolución de la Unión Soviética y la reconfiguración del espacio político. Después, en los prácticos trato de avanzar en cosas más puntuales y actuales. Entonces, trabajamos en los prácticos la cuestión de los nacionalismos. Discutimos qué fue Brexit, todo lo que está pasando en Cataluña. Después, en otro práctico, trabajamos la crisis griega y el FMI (Fondo Monetario Internacional) y tratamos de compararlo con lo que está pasando en Argentina. Cómo fue la crisis del 2001 en Argentina. Y qué está pasando con el FMI en Argentina. Tratamos de discutir Europa, siempre pensando desde acá. Entonces, tratando de tender puentes en la interpretación. De ver qué cosas similares y distintas hay con lo que pasa acá. Tratamos de usar autores latinoamericanos, cuando se puede. A veces querés tratar un tema y no siempre está escrito por alguien de acá. Y también estoy tratando de meter autoras mujeres. Después, estoy trabajando las cuestiones geopolíticas generales de lo que es Rusia y las tensiones y las disputas que tiene ahora con Estados Unidos y China. Cuestiones más de geopolítica clásica.

En este momento: ¿Cuáles son las principales líneas de investigación que estás trabajando?

Por un lado, en la materia, estoy tratando de escribir cosas relacionadas con la materia. Entonces, el año pasado escribimos un trabajo con otro docente sobre la cuestión de la ruta de la seda. Que es un gran plan de infraestructura que está lanzando China a nivel internacional. Entonces, eso, qué cuestión geopolítica hay alrededor de eso. Ahora estoy escribiendo sobre el problema de la masificación turística en Europa. Eso por un lado, cuestiones que tienen que ver con la cátedra. Después, en el ámbito de mi beca del CONICET, estoy profundizando una línea que quedó de la tesis doctoral, que tiene que ver con la relación entre turismo y mercado inmobiliario. Básicamente, estoy tratando de entender cómo funciona la expansión de los cantris y las urbanizaciones cerradas en destinos turísticos serranos. En Merlo, San Luis, y Traslasierra, Córdoba. Y cómo se relaciona con los programas de viviendas. Qué conflictos aparecen. Son lugares que están creciendo demográficamente. Y crecen con barrios privados, urbanizaciones cerradas, loteos. Que están creciendo sobre cinturones verdes de los pueblos y generan problemas de agua, de tierra, cobertura vegetal que sacan. Un montón de cosas. Eso es un poco lo que estoy trabajando. Y si puedo y el año que viene sigo trabajando en el CONICET, me gustaría hacer una discusión nacional de qué está pasando en distintos puntos del país con éste fenómeno.

Vos hiciste una investigación importante con pueblos originarios: ¿Cómo fue tu relación?

Esa fue la tesis de licenciatura. Y después hice un par de trabajos medio sueltos relacionados al tema. Mi relación es, porque sigue siendo, personal y política. Estando, mientras estudiaba, por eso te decía que tenías que ver otras cosas de la militancia, hubo un par de cosas que sucedieron que hicieron que me involucrara. Primero, fue una en 2006, 2007. Vinieron las comunidades guaraníes de Cuña Pirú. De Misiones. Tenían un conflicto de tierras con la universidad. Ahora les restituyeron las tierras. En Misiones, en la zona de Aristóbulo del Valle, hay como 6 mil hectáreas donde viven una serie de comunidades guaraníes, que eran de una empresa papelera.  La cuestión es que se las ceden a la Universidad Nacional de La Plata. Y las comunidades, cada tanto, insistían que se las devolvieran. Y venían cada tanto a La Plata a reclamar. Una de esas veces empecé a acercarme a gente que se empezó a juntar para agitar esa cuestión. Entre ellos, activismo indígena aborigen. Y después, cuando se iba a hacer un encuentro de estudiantes de geografía acá en La Plata, cuando había un encuentro, organizábamos las entradas de campo. Íbamos a trabajar las problemáticas de un lugar con algún actor social que estuviera trabajando el tema. Y a mí se me ocurrió empezar a trabajar este tema de los aborígenes urbanos. Y fue ahí que me empecé la relación con gente con la que después hice la tesis. Entonces me acerqué a un espacio, que existe hasta hoy, que se llama Academia de la Lengua Quechua. Es un centro de pensamiento andino. Hay de todo. La sede está en Berisso, en barrio El Carmen. Pero son los que hacen ceremonias en el parque Saavedra. Frente al lago. Hay mucha gente que hace ceremonias. Pero los que las hacen con más constancia, son ellos, somos. Porque me involucro. Y me fui relacionando personal, política e intelectualmente. Porque era un tema que me interesaba para laburarlo. En el medio me fui a Brasil y trabajé ese mismo esquema teórico que estaba trabajando acá para la tesis, lo trabajé con una comunidad aborigen de ahí, guaraní, de Porto Alegre. Que resulta que eran parientes de los de Misiones. Cuando terminé la tesis, lo edité como libro y tuvo más difusión. Fui a una editorial independiente y lo edité. Lo que hice fue, de alguna manera, como forma de devolución de los grupos con los que había hecho la tesis, fue llevarles una buena tirada y les dije ‘difúndanlo como quieran, véndanlo, hagan lo que quieran’. Estaba relacionado también con un posicionamiento político de cómo uno se tiene que parar a la hora de hacer investigación. Tiene que ver con los debates que yo venía teniendo en el marco de esta federación, de cómo construir ciencia de otra manera. Me pasó, en otro momento, cuando estaba haciendo investigación, de ir a la comunidad Mocoví de Berriso. Y decirles: ‘quiero trabajar con ustedes’. Y me digan: ‘no, no queremos, porque estamos cansados que venga gente a estudiarnos, se tomen el palo, y nunca más sabemos de ellos y no tenemos ganas’.  Entonces uno va aprendiendo cómo desde la academia se ejerce un extractivismo cognoscitivo con las comunidades y cómo te tenés que relacionar de otra manera.

Y de los temas que desarrollaste: ¿Cuál te resultó más atractivo?

Yo con ese me involucré mucho a nivel personal. Porque terminé participando de las ceremonias. Conocí a mi novia ahí. Como que hasta hoy sigo involucrado. Nunca me terminé de ir, de esa observación participante. Pero después como que sentía que era un tema agotado, que no me podía seguir dedicando a eso porque, además, la militancia política en esos ámbitos es difícil. Hay mucha rencilla. Desde puterío entre referentes hasta cuestiones históricas. Los mapuches con los guaraníes, ‘que son unos crotos’. Después, me terminé dedicando al turismo en ese lugar. Mientras estudiaba, conocí a una organización campesina. Pegué muy buena onda. Y bueno, estudiar el turismo tenía que ver con trabajar con ellos alguna problemática de la región donde estaban. Y hasta el día de hoy sigo en relación. A mí las discusiones sobre turismo me apasionan. Son temas que me interesan a nivel personal. Y porque de pendejo me tocó viajar mucho y me gusta hacer turismo. A mí en lo personal me interesa. Me terminé dedicando más a temas del mercado inmobiliario por una cuestión de supervivencia en el sistema científico, porque te tenés que encontrar con temas estratégicos, a las líneas de investigación que tienen posibilidades de obtener financiamiento. Pero me interesa pensar el turismo como práctica social y qué impactos culturales y qué cosa territorial genera.


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