La UNLP enseña a trabajar en contextos de encierro

Docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata capacitan a jóvenes en contextos de encierro. Se trata de una experiencia de extensión universitaria que la UNLP desarrolla en el Complejo Villa Nueva Esperanza de Abasto donde adolescentes de entre 14 y 18 años aprenden a trabajar y producir la tierra, junto a nociones básicas de apicultura.

Partiendo de la premisa que desde las instituciones públicas en general se debe cooperar para que los jóvenes puedan pensarse en proyectos alternativos al delito, un equipo interdisciplinario de la Universidad platense lleva adelante talleres donde enseñan -con estrategias de trabajo colectivo- compostaje, producción de plantines ornamentales y hortícolas y técnicas para el armado de colmenas. De la iniciativa también participan docentes y estudiantes de Humanidades y Trabajo Social.

El proyecto “Construyendo herramientas junto a jóvenes en contexto de encierro” fue pensado para aportar herramientas técnicas en la construcción de saberes teórico – prácticos sobre diversos aspectos productivos.

“Entendemos que este trabajo es un aporte, un granito de arena, para lograr que los jóvenes reconozcan la posibilidad de pensarse en nuevos proyectos de vida y desarrollarse de manera integral, persiguiendo el progreso individual, colectivo y social”, reflexiona la ingeniera María Eugenia Vela, prosecretaria de Desarrollo Social y Comunitario de Agrarias.

Y agrega: “con la enseñanza de los contenidos que vamos a desarrollar en los 17 encuentros que hemos planificados, esperamos poder ayudar a todos los jóvenes en el descubrimiento de su posición como sujetos activos dentro de la sociedad y del sistema laboral que los excluye”.

Los participantes de los talleres son jóvenes de entre 14 y 18 años, provenientes de diferentes zonas del conurbano bonaerense.
Los diferentes encuentros -que se extenderán en principio hasta el mes de septiembre- fueron pensados en base a un cronograma de trabajo realizado en conjunto con los docentes y estudiantes, donde se planificaron las actividades en lo que respecta al manejo de residuos orgánicos, siembra y cuidado de plantines ornamentales y hortícolas, construcción y refacción de material apícola. También existirá una capacitación en estrategias cooperativas de producción y comercialización.

Las clases también incluyen el componente práctico como una estrategia de participación de los chicos y apropiación de las temáticas abordadas en el taller. “La participación de estudiantes de distintas carreras colabora en el abordaje de los temas, ya que al tener una cercanía de edad, los jóvenes se reconocen como pares y es de esta manera que se realizan las diferentes tareas”, explicó Vela.

Luego detalló que el aprendizaje se da a través de un enfoque de educación popular, “se rescatan posibles saberes que puedan tener los jóvenes y se potencia el trabajo conjunto en el espacio de la huerta e invernáculo destinado al trabajo del taller”.
“Durante los encuentros se realiza una breve descripción teórica de los temas y entre todos nos ponemos a trabajar para llevar adelante lo propuesto”, explicó la docente.
Por último resaltó: “el hacer con el otro, el aprendizaje desde la práctica y el trabajo compartido (con mates y relatos de aspectos cotidianos, tanto de los jóvenes como de los adultos) son los aspectos que destacamos porque entendemos que son los que contienen y fortalecen los encuentros, aportando herramientas concretas para que desarrollen en un futuro”.