Historias de trabajo 7

3 enero, 2019

Armando De Giusti es entrerriano de nacimiento. Estudió Ingeniería en Telecomunicaciones, Cálculo Científico y Tecnología Informática Aplicada en Educación. Es investigador, docente y Director del Instituto de Investigación en Informática – Laboratorio de Investigación y Desarrollo en informática (III-LIDI). Fue tres veces Decano y Vicepresidente Académico de la Universidad. También, Presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.

-¿Cómo se compone tu familia?

-Estoy casado. Es interesante porque me puse de novio cuando éramos estudiantes. Y tengo tres hijos. Los tres egresados de la Universidad en distintas facultades. Y los tres con alguna relación con la Universidad en distintas facultades. O sea que mi vida ha sido bastante vinculada a la Universidad desde que me vine acá a estudiar desde Entre Ríos, en el año 67. Me recibí en dos carreras. En Ingeniería y en lo que era Calculista Científico, que era Informática. En diciembre del 72 y marzo del 73. Y no me acuerdo más. Después ya ingresé al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) como becario y seguí la carrera académica.

-¿Tu mujer también es entrerriana?

-No. Nació en Mendoza. Su padre era bancario. Y nos encontramos acá porque ella estudiaba Computación justamente. Nos conocimos en el 70. Nos casamos en el 74. Y también es profesora.

-¿O sea que se conocieron en la Facultad?

Ella estudiaba Matemáticas. Yo estudiaba Ingeniería. Y empecé a estudiar las materias de Computación ahí por el 70. Yo empecé sólo Ingeniería, pero a partir de tercer año o cuarto año, completé la carrera. Porque muchas de las materias de Ingeniería me servían. Matemáticas y demás. Me recibí prácticamente de las dos carreras casi al mismo tiempo.

-¿Practicaste deportes en algún momento?

-Hice atletismo en la secundaria. Llegué a competir en algunos campeonatos entrerrianos. Fútbol siempre. Aunque cuando era chico mi padre no me dejó ir a un club de fútbol de Gualeguay porque me decía que primero hay que estudiar, que me recibiera y que después hiciera lo que quisiera. Después jugué tenis, padle. Tuve la suerte que con mis dos hijas mujeres llegamos a estar número uno en La Plata en padle mixto. Después, tengo los ligamentos rotos. Por lo cual, lo más fuerte que hago es bicicleta o caminata. Y patear con mi nieto. O jugar al tenis con mi nieto, que tiene ocho años.

-¿Tuviste algún grupo de militancia o pertenencia política?

-Bueno. Nosotros. Yo te diría que siempre tuve una afinidad con el radicalismo. A los 16 años viví la caída de Illia (Arturo). En el pueblo. Y éramos de los chicos que no estábamos de acuerdo con esa caída. Y es difícil entender por qué. Porque a los 16 años tampoco tenés un súper panorama de la política. Y menos estando en Gualeguay, a 400 kilómetros de Buenos Aires. Pero después eso se consolidó en el 82. Yo creo que cuando la guerra de las Malvinas, Alfonsín (Raúl), más allá de sus posiciones, posiciones que compartía bastante, tuvo una posición que yo compartía. Era una locura. Un elemento usado por los militares para tratar de mantenerse en el Gobierno. Y que le íbamos a hacer mucho mal al país y a los jóvenes que fueron en ese momento. Eso no lo acompañó la mayoría. Hubo una dirigencia política a la que le parecía bien la guerra como tal, más allá de los derechos que tenía la Argentina, y que tiene la Argentina, sobre las Islas. Eso me decidió a afiliarme al radicalismo. Y a votar a Alfonsín. Lo cual no significa más que eso. Después siempre he votado con independencia de criterio y te diría que últimamente no necesariamente he votado al radicalismo. Pero de base, las ideas de base del Partido, el ideario de Alfonsín. Incluso la decisión de la Universidad, que en su momento impulsó la Reforma Universitaria, la comparto. La comparto  con todos los cambios que imponen los tiempos. Pero la comparto. Sí. Lo cual no quiere decir que haya ocupado ningún cargo político. Ni nada por el estilo. Siempre me dediqué a la parte. Todas las posiciones donde he estado cerca de los gobiernos, que han sido muy pocas veces, han sido en función de ciencia y tecnología. Con el Gobierno de Alfonsín, participé del Programa argentino-brasilero de desarrollo de informática.

-¿Cómo ves la situación de los derechos humanos en la actualidad?

-Yo creo que las sociedades evolucionan. En una mirada general, la derivada de la valoración de los derechos humanos en Argentina es positiva. Como todas las cosas, llegar a un estado de verdadero equilibrio, deseable, lleva tiempo. Estas cosas no son sólo las normas o las reglas, sino también que la educación de toda la sociedad vaya tendiendo a corregir cuestiones culturales. De todas maneras, si vos lo mirás desde el punto de vista, para gente como el caso mío, que ha vivido distintas etapas con muy distintos perfiles, yo diría que ha habido un reconocimiento de derechos gradual y desparejo. Porque en algunos ámbitos del país que están quizás más desarrollados, desarrollados intelectualmente, en la derivada es positiva. Y que en las universidades en general y en la Universidad de La Plata, han marcado líneas correctas. Como todo, vos me podés decir que en en este punto podríamos haber sido más claros o haberlo hecho antes. Pero en las posiciones, si vos mirás las posiciones globales, la Universidad ha estado históricamente a la altura de la situación. Y nada, yo creo que en algunas luchas, como la de la mujer, la Argentina va hasta mejor que el promedio de los países latinoamericanos. Pero al mismo tiempo, siempre hay demandas insatisfechas. Porque todos los vivimos. Yo lo he dicho mil veces. Yo he tenido un grupo donde siempre más o menos el número ha sido parecido de varones y mujeres, pese a que estudian informática más varones que mujeres. La mujer, en este sistema científico, arranca con desventajas. Porque, digamos, de alguna manera, la sociedad le imponía, aunque cada vez menos, un rol  donde había momentos en que ser madre le suponía menos competitividad en tu desarrollo académico-científico. Al mismo tiempo, siempre he destacado la capacidad, la capacidad para resolver problemas. La mujer es hasta más adaptable a resolver situaciones realmente complicadas. Entonces, cuando hemos vivido las crisis en Argentina, en el grupo, a lo largo del tiempo, siempre las chicas han sido de gran fortaleza. Igual, me parece que la sociedad va superando el caso de la mujer. Lo cual no quiere decir que no haya casos que a uno lo conmuevan. Por el tema de que no en todos los lugares realmente la igualdad, en el buen sentido de la palabra igualdad, se da. Sobre todo la igualdad de oportunidades. En el respeto a los derechos humanos más, sobre todo después de los horrores del proceso militar. Y sobre todo después del 2001, 2002, hubo todo un proceso de reconocimiento, que no puede arreglar las cosas. Pero siempre saber la verdad y reconocerla. Eso es un punto de partida. Y nunca la justicia es absoluta. Siempre nos quedan cosas y casos que pudieran resolverse de otra manera. Pero de todas maneras, creo que la derivada en la sociedad y en Argentina es positiva.

-¿Cuáles son las principales líneas de Posgrado?

-Es una de las fortalezas de esta Facultad. Nosotros empezamos con un enfoque profesionalista, a fines de los 90, allá por el 96 ó 97. Haciendo la Maestría en Ingeniería de Software y la Maestría en Redes. En ese momento eran muy innovadoras. Las demandaban mucho las empresas. Y teníamos capacidad para hacerlo. Ahora tenemos una oferta que está diversificada así. Tenemos un Doctorado en Ciencias Informáticas, que sería el tope de la gama. Que tiene un gran impacto en la Argentina. El Doctorado nuestro acreditado desde el principio. Mucho más de la mitad de los alumnos son de otras universidades e, incluso, del exterior. Sacaremos 8 ó 9 doctores por año. Pero de esos, 2 serán de ésta Facultad. Después tenemos cuatro maestrías. La de Redes e Ingeniería de Software, que serían clásicas en cuanto a profesionalistas. Tenemos una Maestría que empezó en el 99, que tuvo gran impacto en todo el país, que es en Tecnología Informática Aplicada a Educación. Y te diría que han pasado docentes de todas las áreas. Porque no solamente aceptamos informáticos. Acá hay gente de artes o de antropología, que ha hecho esta Maestría. Y de otros lugares del país. Y tenemos una cuarta Maestría que es más cercana a investigación. Y a cosas que se hacen en este Instituto, que es en computación de altas prestaciones. Todo el tema de las supercomputadoras, las computadoras que trabajan en paralelo. Es una Maestría orientada a los temas de punta: todo esto de computación en la nube, internet de las cosas, big data. Y ahora tenemos seis especializaciones. Las asociadas con las maestrías: Ingeniería de Software, Redes, y Tecnología Aplicada a Educación, y Cómputo de Altas Prestaciones. Las especializaciones no te exigen la tesis. Y es como una actualización profesional de punta. Y ahora tenemos una nueva en inteligencia de datos orientada a big data, que es una demanda de punta. Todos lo que es procesar grandes volúmenes de datos para tomar decisiones. Y que incluye cosas que vos conocés. El análisis de los sentimientos que aparecen en las redes sociales. Cosas de punta porque hay muchos datos pero hay que saber cómo procesarlos. Ahora estamos haciendo una que aprobó recién el Consejo Superior. Que es la interacción hombre-máquina. El tema de la interacción con la computadora. Cada vez pasa por cosas más de punta. Vos antes tocabas el teclado. Después empezás a tener interacción tangible. Todo el tema de ambientes inmersivos. Todo el tema de cosas orientadas a algún tipo de discapacidad. Hay todo un tema en cuanto a una formación profesional bastante requerida orientada a la interacción con la máquina. Incluso ahora se quiere hacer algo en cuanto a comandar con ondas cerebrales. Viste que hay una línea fuerte.

-¿Vos das una sola materia?

-Yo doy una materia en el Posgrado que es variable, que se refiere a computación de alto desempeño y computación paralela. Y demás. Y en el grado estoy exactamente en la otra punta. Coordino las materias de primer año, donde los alumnos empiezan a aprender a programar. Y doy algunos temas. Y siempre me gustó estar en esa punta. Vos sabés que he dado muchas materias. Sistemas paralelos en cuarto año. Programación en tercero. Acá en la facultad los cargos se ocupan por área. Entonces, uno se mueve de una materia a la otra por área. Entonces, hoy estoy establecido entre lo muy básico y dictar cosas en el Posgrado. Soy el Director de la Maestría en Cómputo de Altas Prestaciones. Entonces, es lógico que me dedique a algo en el Posgrado. De todas maneras, yo siempre digo que las mayores satisfacciones como docente las tenés en los dos extremos de la carrera. En el extremo de abajo, te cuesta horrores dar clase. Tenés 500 alumnos. 200 en el aula. Pero la transformación que vos ves al final del año en una persona que no sabía escribir un algoritmo y termina programando en un lenguaje, te genera gran satisfacción. Hay una transformación fuerte acá en esta la facultad en primer año. Con todas las dificultades que ya sabemos, la deserción. En el otro extremo, cuando vos llegás a dar algo en quinto año o en el Posgrado, el alumno es un desafío. Porque puede saber más que vos tranquilamente. Esta es una disciplina donde dar clases magistrales a alumnos avanzados es un desafío. Vos tenés que plantear problemas, ver cómo los resolvés y muchas veces los alumnos investigan en paralelo con vos. O te vienen con soluciones que vos no llegaste a leer. Entonces es otro tipo de desafío. El desafío de no sentirte profesor sino un especie de alumno ordenador del trabajo conjunto. Así que las dos cosas son muy satisfactorias.

-¿Cuáles son los temas de investigación que aún no se desarrollaron en esta facultad y a vos te parece que en algún momento debieran desarrollarse?

-Estamos apuntando a nuevos temas. Pero esto de los sistemas inteligentes y las aplicaciones de minería de datos, inteligencia de datos. Lo que se llama maching learning. El tema de que las máquinas aprendan y tengan comportamientos más inteligentes, es una línea que estamos trabajando en investigación. Nosotros en general trabajamos en investigación en los grupos, lo bajamos al Posgrado. Y después, del Posgrado, lo bajamos al grado. Es un proceso de formar recursos humanos. Esa es una línea. Yo creo que toda la línea de ambientes inmersivos. Todo el tema de educación no presencial, que la persona esté a 400 kilómetros pero se sienta dentro del aula. Es otro tema de punta. Estamos trabajando el tema de las ciudades inteligentes y la gobernanza digital. Por supuesto que estamos trabajando en robótica, drones. Pero eso casi que es de hoy. Mirando al futuro, un eje va a ser la inteligencia artificial llevada a los sistemas inteligentes. Otro eje va a ser la resolución de la distancia, mucho, en los entornos educativos con más tecnología para que te sientas inmerso en un laboratorio aunque el laboratorio de investigación esté a 400 kilómetros. Y yo creo que también tenemos que apostar a estar actualizados con el cambio tecnológico, que te obliga a ir adaptando lo que vos enseñás. Esto es lo que pasa con los robots y los drones y todo eso. Todos los años la facultad actualiza las asignaturas optativas y la oferta de Posgrado. Pero también actualiza algunos seminarios que son variables. Todos los años hay un brain storming en la Comisión de Planes de Estudio sobre cosas que podemos poner y sacar para que el alumno esté lo más actualizado posible. Hacete una idea respecto a que cambiamos el Plan de Estudios en 2003, 2007, 2011, 2015. O sea, estamos haciendo permanentemente ajustes. No dramáticos. Ajustes. En función de lo nuevo. Para llegar a lo nuevo, generalmente, empieza en los Laboratorios de Investigación, eso baja al Posgrado y del Posgrado va quedando. Ni siquiera podemos abarcar. Yo te diría que el Posgrado de La Plata es uno de los mejores en Informática, sino el mejor. Y yo siempre lo digo. Hay cinco o seis Posgrados acreditados, Doctorados acreditados, en Argentina, en Informática. Los únicos que abarcan varios temas son los de la UBA (Universidad de Buenos Aires) y La Plata. En general, las otras escuelas de Posgrado son muy buenas en algunos temas. Es difícil, con una disciplina tan en evolución, decir que uno puede hacer investigación en todos los temas que le gustaría hacer investigación. Pero sí, los tres grupos trabajan bastante. El grupo de Rossi (Gustavo), por ejemplo, tiene cosas avanzadas en geoposicionamiento y manejo de cosas por posicionamiento. Y diseño de software de acuerdo al contexto en que está la persona. Y todas esas cosas adaptativas. Que vos de repente te encontrás con una página y te responde de acuerdo a tus preferencias. Todo esto es software atrás. El grupo de Javier (Díaz) es uno de los grupos de punta en Argentina en seguridad, en redes. Son temas importantes. En un mundo que vive hiperconectado, cómo lográs privacidad y seguridad. La Facultad tienen un movimiento permanente hacia lo nuevo. Con todos los riesgos que eso trae. Porque uno investiga y no siempre los resultados son los que uno quiere. La tecnología que es de punta, capaz dentro de cuatro años la tenés que tirar. Tirar en el sentido de aprender otras.


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