La UNLP contiene a jóvenes involucrados en situaciones de violencia o delictivas

27 junio, 2016

Con la premisa de ofrecer un camino hacia la inclusión social a jóvenes en situación de alta vulnerabilidad, involucrados en hechos de violencia o delictivos, un equipo de extensionistas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, lleva adelante un programa de restauración de derechos, con fuerte compromiso social.

Con la participación de estudiantes, graduados y profesionales, y a través de un proceso formativo para alumnos de carreras humanísticas, la unidad académica cuenta con la Unidad de Atención en Conflictos Juveniles, un centro de desarrollo de prácticas restaurativas para jóvenes y adolescentes involucrados en conflictos graves.

La Justicia Restaurativa o Restauradora, es un proceso donde las partes, al sufrir algún tipo de delito, resuelven colectivamente cómo abordar sus consecuencias y las implicaciones para el futuro. Los programas de la Justicia Restauradora habilitan a la víctima, al infractor y a los miembros afectados de la comunidad -junto al Estado- a dar una respuesta frente al delito. Se brindan herramientas para que víctimas y ofensores puedan volver a vivir en la comunidad post conflictos.

Este tipo de justicia es un modo de pensar diferente sobre el delito, un proceso que busca la reintegración de la víctima a la comunidad y reduce las posibilidades de un daño futuro a partir de la prevención.

La Unidad de Atención en Conflictos Juveniles se ocupa de adolescentes y jóvenes sometidos a procesos de alta vulnerabilidad social y emocional, ya sean víctimas u ofensores del delito y también trabaja con su contexto de referencia.

El equipo de profesionales se aboca a diferentes situaciones conflictivas como robo, hurto, lesiones, amenazas, daño, bullyng, ciberbullyng, que impactan fuertemente en los diferentes contextos donde se producen.

Silvana Paz, co directora docente del proyecto, explicó que a través del programa se ofrece una oportunidad para abordar un sin número de conflictos que los jóvenes viven día a día, y explotan en las familias, escuelas, en los barrios, en los clubes y finalmente en tribunales”. Y agregó: “más que una respuesta a la delincuencia, se trata de un modo cualificado de pensar el conflicto juvenil”.

El espacio que brinda el programa restaurativo tiene un rol fundamental en la etapa adolescente donde los jóvenes expresan lo que les pasó y cómo se sienten con lo sucedido. Las partes consensúan cómo trabajar las consecuencias del delito de manera que la víctima pueda sentirse segura.

El ofensor trabaja su responsabilidad y a partir de allí se genera un plan posible de acción. Los ofensores, por medio del proceso restaurativo, entienden el verdadero costo humano de sus acciones.

El equipo también es consultado por educadores, referentes barriales, ONG y organismos del estado que solicitan orientación e información sobre la forma de gestionar la conflictiva juvenil.

La metodología empleada para abordar el proceso restaurativo es amplia y varía de acuerdo la situación que se gestiona: en determinados casos, el equipo trabaja en la aproximación de las partes en el conflicto, proporcionándoles el espacio y la posibilidad de que encuentren una solución adecuada.

En otros casos, se trabaja con el joven infractor y en algunas ocasiones sólo con las víctimas, reforzando mediante técnicas restaurativas su camino a la inserción comunitaria post delito con mayores destrezas de prevención y seguridades. En todas las situaciones, las personas son guiadas y acompañadas por un equipo de Facilitadores Restaurativos, especializados en juventud.

“También intervenimos ante remisiones donde los jueces resuelven el cumplimiento de Probation en el seno de la Unidad de Atención en Conflictos proponiéndo el trabajo comunitario que los jóvenes deben cumplir y las medidas socioeducativas establecidas respetando la particularidad del joven” explicó Silvina Paz de González, co directora docente del programa.

Por otro lado, las doctoras Silvana y Silvina Paz explicaron que “fiscales y defensores del fuero Penal Juvenil también articulan colaborativamente con la Unidad de Atención en Conflictos Juveniles, porque consideran al espacio restaurativo, una herramienta flexible para brindar cobertura y oportunidades a los jóvenes”.

La Unidad cuenta además con una red restaurativa de derechos, en la que se incluye para reinserción la capacitación en la Escuela de Oficios de la UNLP y el voluntariado Transformando Realidades.

La Unidad de Atención en Conflictos Juveniles tiene su sede en el gabinete de trabajo de la Secretaria de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, ubicado en calle 48 entre 6 y 7 primer piso, con el mail de contacto unidadjuvenil@jursoc.unlp.edu.ar.

Cabe destacar que de acuerdo a los proyectos y casos abordados, la actividad muchas veces obliga al equipo de prácticas restaurativas a desplazarse ya sea para el dictado de talleres y/o para el abordaje de casos en territorio. (Fuente: Prensa UNLP)


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