Nuestra Carta Magna: ¿el Acuerdo con el Fondo?
22 agosto, 2018
La semana pasada fue algo atípica, plagada de anuncios económicos y declaraciones de funcionarios.
*Por Mara Pedrazzoli- Economista
El presidente del Banco Central, Luis Caputo, lanzó un programa de desarme de Lebac en medio de un mercado convulsionado por la devaluación turca. Especuló con que varios ex tenedores de Lebac no desembarcarían de inmediato en un dólar contagiado; a su vez consiguió los permisos necesarios para frenar con reservas cualquier eventual corrida (suspendió –a través de un confuso comunicado del Ministerio de Hacienda- las subastas diarias de USD 50 millones para intervenir vendiendo USD 2.000 millones de reservas entre miércoles y jueves). También penalizó a bancos que no acataron su disposición de reinvertir el dinero de las Lebac en Leliq o Nobac elevando los encajes y forzándolos a inmovilizar ese dinero. Por último, anunció que mantendrá la tasa de interés de referencia en 45% anual hasta octubre: un nivel alto pero inferior a los observados desde mediados de junio. ¿Se calmará la fiesta financiera?
Caputo se animó a más intervencionismo y las cosas no salieron tan mal. En un contexto de desarme quirúrgico de Lebac, la regulación fue bien recibida por el mercado: el riesgo país bajó notoriamente entre miércoles y jueves (para repuntar el viernes por el desplome del Merval) y el tipo de cambio permaneció estable en torno a USD/ARS 30. La semana cerró con la confirmación de un swap con China por USD 4.000 millones.
Macri también realizó algunos anuncios y graciosas declaraciones sobre la corrupción del sistema de obras públicas. “Si se encuentran con un pedido indebido, tienen un Presidente al cual acudir” sentenció ante un auditorio de CEOs de las más importantes empresas del país carentes de amparo.. El caso de los cuadernos empezó a salpicar la economía (quizá un efecto colateral no deseado): Rocca confesó delitos sin querer hablando ante el mismo auditorio que el presidente y las acciones de Techint se derrumbaron de inmediato, Benito Roggio renunció a la presidencia de sus empresas para que no quedasen inhabilitadas a desarrollar actualmente obras públicas y tuvo igual suerte bursaltil, como el Banco Galicia si Ribaya se acogiese a la figura de arrepentido. Por el lado de Cristina Kirchner, se ve a un peronismo “actividido”.
Las medidas que lanzó Macri por DNU buscan aumentar la recaudación: un ajuste por el lado de los ingresos que días atrás era tenazmente rechazado por él mismo. Se trata de la eliminación del Fondo Sojero que co-participaba a provincias el 30% de lo recaudado por retenciones, la anulación del 66% de los reintegros a la exportación de manufacturas o productos de las economías regionales, y por último (menos en materia de recaudación) la suspensión hasta diciembre de la baja en las retenciones a los derivados de la soja (aceite y harinas).
“Las medidas son un misil (…). Me parece que son medidas de contadores, que no tienen en cuenta el valor agregado” dijo irritado el presidente del la UIA Migue Acevedo, quien reconoció que días atrás el Ministro Dante Sica le aseguró la continuidad de los reintegros. La UIA en general (también a cuenta de la publicación de la estadística del sector cuando advirtió: que la actividad fabril sufrirá una recesión muy fuerte “hasta fin de año o más”) viene cuestionando las políticas del gobierno. También el triunvirato de la CGT estudia llamar a un paro general por las condiciones del país, entre ellas que la pobreza aumente por la corrida cambiaria como reconoció Macri.
Volviendo al tema de las medidas, respecto al Fondo Sojero recordé una frase de Beatriz Sarlo en una entrevista de la Revista Barcelona: “la Argentina incumple sus acuerdos”. Eso porque Macri infringió (por decreto y sin previo aviso fiel al estilo autoritario de Cambiemos) el Pacto Fiscal firmado con gobernadores e intendentes para dividir responsabilidades ante el ajuste prometido al Fondo y también violó la Ley de Presupuesto 2018. Los gobernadores ahora se preguntan qué sentido tiene aprobar la Ley 2019 si con un DNU van a reformarla. Pero no iniciaron acciones legales ante ese avasallamiento (iniciativa tomado por los ejecutivos más cercanos al kirchnerismo) sino que mantienen conversaciones individuales con la Rosada y el fiel Rogelio Frigerio.
Con esas medidas se descuenta que el gobierno cumplirá la meta de déficit fiscal (de -1,3% del PIB) y objetará los demás objetivos de crecimiento económico e inflación.
En el segundo trimestre de este año la economía entró en recesión, y las proyecciones para todo 2018 no paran de actualizarse a la baja. La recesión continuará con suerte hasta mediados de 2019, con caídas abruptas a principios de año. La construcción y la industria son las actividades más golpeadas. La caída de la producción industrial en mayo y junio arrasó con el (magro) crecimiento de los primeros cuatro meses, según las estadísticas del INDEC. El registro del uso de la capacidad instalada de las industrias se ubicó en el mínimo de los últimos 16 años: se enciende apenas el 61,8% de las fábricas. En el caso de las PyMEs, la CAME informó que la capacidad ociosa también promedia el 40%.
Por útlimo, la inflación en julio se aceleró por la corrida cambiaria y anotó otro registro récord como en junio. Las subas programadas no dan respiro: queda parte del impacto de subas en servicios públicos, transporte y combustibles también en agosto. Y la situación cambiaria no puede calificarse de estable. Si la inflación acumulada en 12 meses supera al 29%, el Banco Central pierde la potestad de hacer política sin el aval del Fondo (como ocurrió esta semana con el programa de desarme de Lebac, dado que nuestra inflación en 12 meses es del 31,2% anual). La recesión empieza a ser funcional.
Caída de la producción industrial, según rubros
Julio 2018 vs Julio 2017
Fuente: EMI – INDEC
Uso de la capacidad instalada de la industria, según rubros
Fuente: EMI – INDEC. Nótese el caso de la industria automotriz y resto de metalmecánica, industrias de peso funcionando con casi el 50% únicamente de la planta.